domingo, 20 de mayo de 2012

Vuelves a hacerlo


Entonces vuelves a hacerlo
Vuelves a crear otra historia podrida
Proveniente de tu asquerosa y enferma cabeza
Amargándote
Acechándote
Como presa de un cazador fantasma
Que lucha por encontrarte, para devorarte…
Entonces te quedas quieta justamente ahí
Y no haces nada para salir corriendo
O al menos esquivarlo.
Pareciera  que te gusta estar enterrada ahí
Con la cabeza abajo, gritándote a ti misma
Inmóvil, quieta, mascullando palabras nunca dichas
El cerebro sangrando y las manos entumecidas con un sudor helado.
Tu hálito deja de girar.
Dejas de amar
Dejas de odiar
Dejas las lágrimas insensatas que tantas otras veces te han acompañando

Entonces vuelves a hacerlo
Y es como si estuvieses viviendo un largometraje
En donde todo se repite constantemente pero con mayor ímpetu
Con más violencia
Con más odio
Con menos amor
Y vuelves a girar en círculos, círculos amarillos, negros, azules, rojos…
Perdida.
Quebrada
Aturdida.

Entonces vuelves a hacerlo
Entierras tus dedos con furia contenida
Y muerdes los labios hasta hacerlos sangrar.
Te aferras a las mentiras, a las fantasías que de antaño
Te han acompañado, desde que eras tan niña.
El miedo se transforma en tu peor enemigo
Sabes que el cazador viene por ti, y sabes también
Que eres tú quien lo permite…

Entonces vuelves a hacerlo
-La maldita soledad-
Es que ya me acostumbré, la comodidad es algo ajeno para mí
Se desliza por fuera de mi piel
Te vuelves a encontrar profundamente sola y te vuelves a dar cuenta
De que no hay nadie para darte la mano, abrazarte, levantarte, obsequiarte
Un miserable abrazo…
Y la hostilidad te traga como un monstruo se traga un insecto.

Y es entonces que vuelves a hacerlo…
Es tiempo de dejar de alimentar al monstruo.