sábado, 17 de noviembre de 2012

Carta a un desconocido 17/nov/2012

Parte I

Y no sé diferenciar entre días, semanas, meses y años.
El tiempo parece una alegoría. Eso ya lo entendí.
Como me gustaría que estuvieses acá, conmigo.. Riéndonos, compartiendo, tomándonos un té, riendo, tirados en el pasto... ¿Recuerdas? Como de antaño, cuando no eramos responsables de nada. El tiempo corría y nosotros corríamos con el. No había de qué preocuparse, de qué asustarse.
El tiempo seguía, éramos testigos omniscientes, pero ciegos.
No sé que decirte. El tiempo es extraño. No comprendí tu último llamado, ¿Por qué negar una llamada? Tiritaba de volver a escucharte. No te diste cuenta.
Quiero que seas feliz, ya no formo más parte de ti, ni de tu vida... Quiero que seas feliz.
Me sigue doliendo como piedra en el pecho haberte perdido. Pero, el tiempo sigue, avanza y no espera ni perdona a nadie.
Recuerdo la última vez que nos vimos, tus ojos, cuando se encontraban con los míos, seguían brillando para mi. Tu mirada era la misma. Tus manos cálidas, intentando dar calor a las mías.
Todo fue una fantasía, como un cuento mágico y misterioso.
Me gustaría que estuvieses acá, conmigo, compartiendo momentos que desde hace tiempo había esperado. Me siento feliz de lo que he logrado hasta el momento. Tú siempre creíste en mi, me dabas ánimos y me alentabas a seguir. Pero... ¿Dónde estás para compartir conmigo estos momentos?
Estuviste conmigo cuando esta historia se escribía, me ayudaste a escribirla... Estoy tan cerca de lograr mi sueño... y no te tengo. Me ayudaste mucho, gracias.
Quizás no fui lo suficientemente valiente... y me escondí....





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