Es como un vapor sensible, que no moja, creo que tampoco lo puedes ver.
Sin embargo, apostaría a que sí lo puedes sentir.
Intento cambiar mis cogniciones, mis pensamientos, intento hacer como si el pasado ya no me duele.
Resignificaciones van y vienen, es como volver a pintar una muralla después de tantas pinturas aplicadas...
Pero tristemente, ninguna te logra convencer.
¿Qué color fuiste?
Te vas, te vas de a poquito, te veo marchar, y ya no te sigo...
Eso, no sé si me pone triste o si realmente me pone feliz.
Es como tener una espina, te duele pero una vez sacada extrañas lo que alguna vez estuvo ahí.
Las cosas cambian, las personas también.
Hay que dejar morir lo viejo, para permitir el nacimiento de lo nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja fluir...