La noche era perfecta, perfecta porque era real.
Deseó por un momento verlo, suspiró profundo y apretó sus manos. La noche era fría, como le gustaba.
Había caminado desde hace un par de horas. Llegó a un lugar que desconocía pero le gustó, se quedó un momento contemplando la complicidad de la noche fría... Lo vio.
Era él, no habían dudas, su caminar sereno, de pasos inseguros... La abrazó a penas la vio.
Sabían que el tiempo había pasado, pero para ellos el tiempo es una metáfora...
"En nuestros encuentros y desencuentros, nunca has dejado claro cuándo llega nuestro final, tampoco
me permites saber cuándo comenzamos"
Masculló ella para sus adentros.
"Esta vez, no me dejes ser invisible..."
Pensó él.
Permíteme saber cuándo es el momento, pero no me dejes saber cuándo abras la puerta.
Apuñálame en la oscuridad, déjame desaparecer entre tus sombras.
Nuestros recuerdos revolotean como murciélagos que vienen del infierno;
No me dejes saber que somos invisibles
-La única manera en que te deje desaparecer- Él le respondió- es fundiendo tu sombra a la mía-
Bailemos, bailemos con el fuego, amor!
-Bailaremos, hasta convertirnos en cenizas a ver si nos lleva el viento en sacrificio a la morada de los dioses, donde no existe el tiempo-
Ella lo miraba, cautivada por la rima de sus palabras
-Todo rima entre nosotros, los encuentros y las ausencias
somos poesía
somos parelelos
parelelos extraños
paralelos que se cruzan
Al fin amor, todo es un círculo entre nosotros, somos espirales eternos-
Y ella tirándose a sus brazos le susurra: "Amor, sólo somos palabras, palabras escritas en tu boca que se escriben en mis labios"
Bonita...Te quiero ;)
ResponderEliminarMelancolía pura...
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